No hit no run de Urbano Lugo Jr.

Retransmisión de Meridiano TV del noveno inning del no hit no run de Urbano Lugo Jr.

El 24 de enero de 1987, Urbano Lugo Jr. consiguió la hazaña más importante en la historia del beisbol venezolano. Lanzó un juego sin hit ni carrera -dio un boleto y dos se embasaron por error- contra los Tiburones de La Guaira, en el cuatro partido de la final de la temporada 1986-1987 en la que los Leones del Caracas alcanzaron el título de campeones . En el noveno inning, Lugo Jr. se enfrentó a Carlos "Café" Martínez, Norman Carrasco, Alfredo Pedrique y Oswaldo Guillén. Su padre, Urbano Lugo padre completó la misma gesta el 6 de enero de 1973. En ambas ocasiones, el receptor fue Baudilio Díaz.

Tigres de Aragua y Tiburones de La Guaira se enfrentan por la supremacía en finales

Oswaldo Guillén y Luis Salazar lideraron a los Tiburones en los 80

Los Tigres de Aragua son el mejor equipo en los últimos 10 años. Han clasificado a 9 finales, de las cuales ganaron 5, todas con el estadounidense Buddy Bailey como manager.
Sólo perdió con Caribes de Anzoátegui (2010-2011), Leones del Caracas (2005-2006) y Navegantes del Magallanes (2001-2002).
Tiburones de La Guaira es cuarto en campeonatos con siete. El último lo consiguió en la campaña 1985-1986. En los dos años siguientes perdió con Leones y tuvo que esperar 25 años para acceder nuevamente a la final.

El rey fue Concepción

La primera final entre Tigres y Tiburones ocurrió en la campaña 1971-1972. El equipo aragüeño se incorporó a la liga en 1965. En su debut en la final, superó por 4-3 a los Tiburones.
Afrontaron problemas en la ronda eliminatoria. El gerente general Rubén Mijares prescindió de 5 refuerzos extranjeros por haber exigido un aumento de sueldo. En noviembre de 1971, nombró como manager a Rod Carew, que a los 26 años de edad venía de ser campeón bate en las grandes ligas, con los Mellizos de Minnesota.
Tiburones reafirmó su favoritismo para ganar, al imponerse en tres de los primeros cuatro encuentros. Aragua, que tenía en su lineup a Carew, Teolindo Acosta y David Concepción reaccionó para llevarse tres victorias seguidas y alcanzar el título.
La remontada comenzó en el quinto juego con un doble impulsor de Concepción, que dejó en el terreno a La Guaira en Maracay.
En el sexto partido, Concepción volvió a ser decisivo. Impulsó dos carreras y anotó 3, en la victoria 8-6.
En el juego final, el manager Carew acertó en la decisión de designar como abridor a Allan Closter, que en 7.1 innings le hicieron 1 carrera. Roberto Muñoz se llevó el salvado en un relevo de 1.2 entradas.

Los mejores Tiburones
La Guaira tardó 13 años en desquitarse de la derrota que le propinó Aragua en 1972. Avanzó a la postemporada en el tercer lugar, con marca de 35 ganados y 29 perdidos. En semifinales venció a Cardenales de Lara.
Aurelio Monteagudo dirigió a una de las mejores versiones de los Tiburones. Oswaldo Guillén, que se desempeñó como bateador designado, fue el más destacado de la serie final. Bateó .500, con 3 impulsadas y 5 anotadas.
Gustavo Polidor, Argenis Salazar, Luis Salazar, Alfredo Pedrique y Raúl Pérez Tovar eran el eje central del club.
Los Tiburones eran el cuarto equipo en ganar la final, en el mínimo de cuatro partidos. Sólo lo habían hecho Industriales de Valencia (1957-1958), Navegantes del Magallanes (1969-1970) y Leones del Caracas (1980-1981).

¡Salomón centenario!

Salomón Rondón, delantero del Málaga CF, anotó el gol número 100 de los jugadores venezolanos que han participado en la primera división de la liga española de fútbol, que según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol es la mejor del mundo.
Rondón logró la anotación en la derrota por 4-1 del Málaga contra el Barcelona, en un partido de la jornada 1 del torneo, que fue pospuesta por una huelga de jugadores.
Sustituyó a Enzo Maresca, a media hora para el final. Hizo el histórico gol al minuto 85 del partido que se jugó en el estadio La Rosaleda.
Aprovechó un rechace del portero Víctor Valdés, al que batió con un tiro de derecha, que pegó en el poste antes de cruzar la raya de gol.
El ex atacante del Aragua FC lleva 17 goles en la primera división española. Hizo 14 en la temporada 2011-2012 y lleva 3 en la actual. El conseguido contra el Barcelona es el primero desde el 4 de diciembre de 2011.
Carlos García Becerra, que actualmente juega en la tercera división con el Tropezón, hizo el primer gol de los venezolanos en España. Inició el conteo el 22 de febrero de 1998, cuando con el Deportivo La Coruña anotó contra el Athletic Bilbao.

Arango es primero
El líder venezolano en goles anotados en la primera división de España es Juan Arango. El centrocampista zurdo logró 45 tantos en su participación con el Mallorca entre 2004 y 2009.
Debutó en la liga el 24 de agosto de 2004 contra el Real Madrid. En la siguiente jornada, se estrenó como goleador en los 69 minutos que disputó contra el Getafe.
En esa campaña, que fue la 2004-2005, hizo 6 tantos. En la siguiente logró 11, incluido un triplete contra la Real Sociedad, en el estadio Son Moix.
En la temporada 2006-2007 anotó 8 goles. Alcanzó un récord personal con 12 en la 2007-2008, en la que por segunda ocasión batió la meta rival tres veces en un partido. Fue en la goleada 7-1 del Mallorca sobre el Recreativo.
La despedida de Juan Arango de la liga española fue a lo grande. Sus últimos dos goles, que le sirvieron para llegar a 8 en la campaña 2008-2009, los consiguió contra Barcelona y Real Madrid, en la antepenúltima y penúltima jornada, respectivamente.

El goleador del Getafe
En la centena de goles venezolanos están los 18 goles de Nicolás "Miku" Fedor. Jugó sus dos primeros partidos con el Valencia, pero en 2010 pasó al Getafe.
En 16 partidos con la oncena madrileña anotó 5 goles, incluidos dos dobletes. Uno fue contra el Deportivo La Coruña y otro contra el Villarreal .
En la siguiente temporada, el ex atacante del Valencia logró 7 anotaciones, que hasta ahora es su marca personal.
La campaña 2011-2012 es la mejor de Nicolás Fedor en la máxima categoría. Es el líder goleador del Getafe con 6 tantos, 2 de éstos contra el Real Madrid, en la derrota 4-2 en el estadio Santiago Bernabéu.

Con polémica
De Julio Álvarez, Jeffren Suárez, Fernando Amorebieta son 14, 3 y 2 de los 100 goles anotados por jugadores nacidos en Venezuela. Los tres nacieron en Venezuela, pero jugaron con España en categorías juveniles.
Amorebieta y Álvarez decidieron jugar con la camiseta vinotinto por el resto de su carrera. Suárez desestimó esa posibilidad por enésima ocasión y dijo que seguirá esperando por España.
Julio Álvarez nació en Caracas el 1º de mayo de 1981. Se formó como jugador en las divisiones juveniles de Deportivo La Coruña y Real Madrid.
La temporada 2009-2010 fue la última que juó en la primera división. Con el Mallorca anotó 6 goles en 26 desafíos, 21 de éstos como titular.
Sus otros 8 tantos (5 de penal) los consiguió con el Rayo Vallecano en la campaña 2002-2003. También fue ficha de Racing de Santander, Real Murcia y Numancia, equipo con el que actualmente juega en la segunda división.
Fernando Amorebieta fue campeón europeo Sub 19 con España en 2004. Dos años después, jugó sus primeros 15 partidos con el Athletic Bilbao.
Lleva dos goles en liga. Ambos en la temporada 2011-2012. El 4 de diciembre de 2011 y 15 de enero contra Mallorca y Levante, respectivamente.
Jeffren Suárez, que nació en Ciudad Bolívar, fue campeón europeo Sub 19 y Sub 21 con España. Hizo 3 goles en 18 partidos con el Barcelona, equipo el año pasadoque lo dejó ir al Sporting de Lisboa .

Savarese inició el conteo de goles vinotinto en la MLS

Giovanni Savarese fue apodado "El bombardero del Bronx" en sus días con el Metrostars

El primer torneo extranjero en el que los futbolistas venezolanos sobrepasaron la centena de goles fue la Major League Soccer, que comenzó a disputarse en 1996.
El gran goleador nacional en ese campeonato fue Giovanni Savarese, que logró 51 tantos en cinco temporadas (1996-2000). Hizo 41 de esas anotaciones con el uniforme del Metrostars de Nueva York.
Agregó a su cuenta 10 tantos con el Revolution de Nueva Inglaterra en 1999 y se fue en blanco en cuatro partidos la siguiente temporada, que fue con el Earthquakes de San José. Tuvo el récord de goles en la historia de la franquicia de Nueva York hasta 2009, cuando fue superado por el colombiano Juan Pablo Ángel.
El segundo en la lista es Alejandro Moreno, que debutó en el 2002 con el Galaxy de Los Ángeles, batió la meta rival en 50 ocasiones. Las cinco últimas el año pasado con Chivas USA.
Los 119 tantos de los jugadores venezolanos en la MLS los completan Emilio Rentería (Crew de Columbus) con 13, Giancarlo Maldonado (Chivas USA) con 2, Jorge "Zurdo" Rojas (Red Bull de Nueva York) con 2 y Bernardo Añor (Crew de Columbus) con 1.
Gabriel Cichero (Red Bull de Nueva York en 2008), Alberto Muñoz (Mutiny Tampa Bay en 2001) y Ángel Rivillo (Burn de Dallas en el 2000) no anotaron goles.

Por el récord
La cuenta de goles venezolanos en la MLS podría aumentar en la temporada 2012, que comenzará el 10 de marzo.
Alejandro Moreno iniciará la campaña con la oportunidad de con su primer gol, igualar el récord de 51 tantos de Giovanni Savarese. Estará nuevamente en la delantera de Chivas USA.
En su ex equipo, Crew de Columbus, estarán sus compatriotas Emilio Rentería y Bernardo Añor.
Alejandro Moreno logró su tope personal en el 2008 con 9 goles, cuando era ficha del Crew de Columbus. Hizo un gol en la final que le ganaron al Red Bull de Nueva York. Formó una destacada dupla de ataque con el argentino Guillermo Barros Schelotto
"Le debo muchas cosas al fútbol norteamericano y apoyo a la selección de este país porque sus triunfos reflejan el innegable crecimiento de la liga que me ha dado tantas alegrías", escribió Moreno en su blog el viernes, un día antes de jugar con la Vinotinto contra Estados Unidos.
El barquisimetano Alejandro Moreno, de 32 años de edad, tuvo sus peores temporadas en 2006 y 2007, con el Dynamo de Houston, al lograr 3 goles en 34 juegos.
A pesar de eso fue campeón por segunda vez en su carrera en 2006. Su primer título lo alcanzó con el Galaxy en el año de su debut.
Tampoco le fue bien 2010. Con el Unión de Filadelfia marcó dos tantos en 26 partidos, 25 de éstos como titular.

Lo que pasó desde mi primera vez

La primera vez que uno hace algo que sabe que le va a gustar de por vida, lo disfruta al máximo. Y si es un sitio ubicado en una zona llamada El Paraíso, es imposible evitar que el primer pensamiento sea que la experiencia va a ser inolvidable.
En el estadio Brígido Iriarte, en cuya pista de atletismo mi padrino Noel Davies Bell afirma haber vencido a Jamaica en sus días con el equipo venezolano de atletismo, es donde vi por primera vez un partido de fútbol profesional.
Fue en 2001, el 19 de agosto para ser más exacto, que sobre el césped de 90 metros de largo de una de las sedes de los Panamericanos de 1983, el Caracas FC se enfrentó a Nacional Táchira en el primer partido del Torneo Apertura de la temporada 2001-2002.
El equipo andino se impuso 2-1, pero eso no era irrelevante. Lo importante, lo trascendental, lo histórico ocurrió 35 días antes a unos 700 kilómetros del semivacío Brígido Iriarte.
El 14 de agosto, Venezuela consiguió en Maracaibo su cuarto triunfo en 66 partidos eliminatorios de la Copa del Mundo. Derrotó 2-0 a Uruguay, con goles de Ruberth Morán y Alexander “Pequeño” Rondón. (http://bit.ly/zZtNbF).
Fue la primera de cuatro victorias seguidas –récord que aún se mantiene– y que consiguieron sacar a Venezuela del último lugar del balompié suramericano, en el que cumplió una condena que parecía eterna.
Mi padre, un español apasionado del deporte, me llevó a partidos de la extinta liga de fútbol sala, a la de beisbol e incluso a la de baloncesto, pero nunca al fútbol.
Posiblemente, consideró irrelevante atravesar toda la ciudad para llevar a sus hijos a observar un espectáculo poco o casi nada atractivo, era una perdida de tiempo.
La liga venezolana de fútbol fue hasta hace pocos años un torneo sumergido en la clandestinidad. Sus partidos eran reseñados por los diarios en el espacio que sobraba en las páginas de deportes.
Con la excepción de San Cristóbal y Mérida, los mismos entusiastas eran los que repetían en las tribunas todos los domingos.
Los nombres de Rafael Dudamel, José Luis Dolguetta, Stalin Rivas, Gabriel Miranda y Juan García eran desconocidos para aquellos que no se quedaban despiertos hasta cerca de la medianoche.
Ese es el horario en que terminaba la emisión estelar de El Observador, y que RCTV elegía para transmitir en diferido las goleadas que recibía la selección nacional de fútbol. ¿En vivo? Lo hicieron en alguna ocasión, pero eso no generaba rating.
Esos 11 hombres que vestían de vinotinto, un color que no representaba nada en especial, se llevaron palizas de TODOS los rivales de Suramérica. Una derrota, como el 3-1 con Uruguay hace 16 años en Montevideo, en las eliminatorias del Mundial 1998, era elogiada.
El diario Meridiano destacó el gol de Rafael Castellín y asentó en sus páginas, que ese tanto convirtió el enésimo revés en una "derrota decorosa" y no en una de las acostumbradas goleadas.
En las caimaneras que se jugaban en La Urbina hasta que nos abandonaba el sol, mis amigos afirmaban ser Ronaldo, Batistuta o cualquier otro ídolo de moda. Me miraban con asombro, cuando el personaje que yo seleccionaba era el portero Rafael Dudamel, que era el más destacado de la Vinotinto perdedora.
Desde aquel 14 de agosto de 2001, el fútbol venezolano se montó en una escalera mecánica en ascenso, mientras que muchos rivales de la zona se estancaron o, en el caso de Bolivia y Perú, cayeron en un precipicio del que todavía intentan salir.
La Vinotinto pasó a ser el único lazo capaz de unir a todos los venezolanos. Triunfó en 19 de sus siguientes 57 partidos oficiales.
Avanzó dos veces a la segunda ronda de la Copa América –incluido el cuarto lugar en 2011–, clasificó al Mundial Sub 20 Masculino de 2009 y al Sub 17 Femenino de 2010.
Ahora conseguir entradas cuando el Caracas juega un partido de Copa Libertadores se convirtió en una tarea difícil. Los revendedores “hacen su agosto” cuando los Rojos del Ávila reciben al Táchira y la selección nacional se convirtió en un negocio, en el que se recupera la inversión en un pestañeo.
Las 2.000 apasionados que iban al Brígido Iriarte en los noventa se multiplicaron en los 40.000 que apoyan a Mineros en el CTE Cachamay, al CD Lara en el Metropolitano de Barquisimeto o repletan todas las butacas del José Antonio Anzoátegui y Pueblo Nuevo, cuando la Vinotinto se juega la posibilidad de seguir sumando puntos para llegar a su primer Mundial de fútbol.

Celebridades
Hace unos años, un periodista amigo me contó que vio tomando el Metro de Caracas a uno de los mejores jugadores venezolanos de la época, sin que un hincha se acercara a pedirle un autógrafo o un niño corriera detrás suyo para tomarse una foto.
Ya no es igual. Los “Vinotinto Boys” toman largos vuelos para reunirse con sus compañeros de la selección, hacen giras de preparación por el extranjero y tienen un equipo de seguridad que aleja a los periodistas y ayuda a que los jugadores escapen por salidas alternas, cuando no es el momento idóneo para compartir con los fans.
Años atrás los entrenamientos eran solitarios. Tenían poca atención mediática y a los fanáticos le era indiferente quiénes eran los que se preparaban para perder.
Eso es pasado. El entrenador César Farías organiza prácticas a puerta cerrada y cuando le provoca, pone nervioso a los rivales al jugar al despiste. Da entender que Maldonado entrará por Fedor o que Seijas tomará el lugar del “Maestrico”, por citar un par de ejemplos.
El fútbol nacional comenzó a generar el rating que los canales de televisión demandaban para apoyar en Venezuela el deporte más popular del mundo.
El partido que la Vinotinto jugó la semifinal de la Copa América, es según Meridiano TV, el programa más visto en la historia de la televisión venezolana.
Los jugadores dejaron de ser anónimos. Si bien algunos comenzaron a tomar prominencia fuera de la cancha hace un tiempo, ahora casi todos los de la selección de mayores son conocidos por el colectivo.
Las chicas se preguntan qué usa Oswaldo Vizcarrondo para mantener los rulos. Se emboban cuando Gabriel Cichero toca la pelota y corren a comprar la revista en la el zurdo aprovecha su físico para modelar.
Renny Vega, acompañado de una ex Miss Venezuela, nos recomienda varias veces al día –en la publicidad de una tienda– comprar un televisor pantalla plana. Juan Arango y Salomón Rondón forman parte de los “Líderes Maltín” y Vizcarrondo celebra con Franklin Lucena y Alejandro Guerra, un gol de “Cafú” Arismendi, en un comercial de Pepsi.
El primer lugar provisional en el Premundial 2014 refleja que el fútbol venezolano dio un salto cualitativo.
Futbolistas convertidos en celebridades de la TV y las redes sociales, y transmisiones en vivo de los partidos de la liga local, y por supuesto de la Vinotinto, hacen pensar que el salto al progreso es irreversible.
Sin duda, era difícil vaticinar que el cambio comenzó pocos días antes de mi primera vez.

2013, el primer juicio a los supuestos tramposos

La Asociación de Cronistas del Beisbol seleccionó el lunes a Barry Larkin, campocorto de los Rojos de Cincinnati durante 19 temporadas, como el nuevo integrante del Salón de la Fama.
Los lanzadores Jack Morris y Lee Smith y el primera base Jeff Bagwell fueron los otros que alcanzaron más del 50% de los votos. En 2013 aspiran a lograr el 75% necesario para tener su placa en Cooperstown.
En la próxima elección, por primera vez, aparecerán en las papeletas de votación los nombres de algunos jugadores cuyo desempeño ha sido puesto en duda, por haber utilizado sustancias prohibidas.
Barry Bonds y Roger Clemens tienen los méritos necesarios para ser exaltados al Olimpo del beisbol, pero podrían correr con la fortuna de Mark McGwire y Rafael Palmeiro, quienes no han logrado más del 25,7% de los sufragios, por ser acusados de la misma falta.
Bonds es líder en jonrones de por vida (762) y en una temporada (73). Es el único con más de 500 cuadrangulares y 500 bases robadas. Ganó 7 veces el premio Jugador Más Valioso, 8 Guante de Oro y 12 Bate de Plata.
En condiciones normales debería ser elegido en su primer año, pero fue hallado culpable de no jugar limpio.
El 16 de diciembre de 2011 fue sentenciado a 30 días de arresto domiciliario y 2 años de libertad condicional por obstrucción a la justicia en una investigación federal por consumo de esteroides, al dar respuestas evasivas, lo que dificultó una investigación de un gran jurado en el 2003.
Roger Clemens fue mencionado en el Informe Mitchell y es acusado de mentirle al Congreso. En septiembre de 2011 se fijó que en abril de este año se iniciará un segundo juicio por perjurio.
En el primer procedimiento, que posteriormente fue declarado nulo, la fiscalía dijo que el examen de las jeringas y algodones que Brian McNamee, quien fue entrenador de Clemens, usó para inyectar al pelotero en la mitad de su carrera detectaron la presencia de ADN del jugador y de esteroides anabólicos.
Roger Clemens, que fue distinguido con 7 premios Cy Young, es uno de los 9 pitchers con más de 350 victorias (354). Sus 4.672 ponches sólo son superados por Nolan Ryan (5.714) y Randy Johnson (4.875).
Los miembros de la Asociación de Cronistas del Beisbol también podrían descartar al dominicano Sammy Sosa, que es el único pelotero nacido en Latinoamérica que bateó más de 600 jonrones (609).
Mike Piazza tuvo una trayectoria de 16 campañas, la mitad de ellas con los Mets de Nueva York (1999-2005). 396 de sus 427 cuadrangulares fueron como receptor, lo que es un récord para esa posición.
Fue escogido 12 veces al Juego de Estrellas y su ofensiva fue galardonada con 10 Bate de Plata. En 1993 se llevó el Novato del Año de la Liga Nacional, cuando era ficha de los Dodgers de Los Ángeles.
El grupo de los supuestos consumidores de esteroides quedará fuera de Cooperstown, al igual que Pete Rose. El líder en hits conectados en la historia de las grandes ligas (4.256) fue suspendido de por vida del beisbol por apostar mientras era manager de los Rojos de Cincinnati.

Aprovechar la oportunidad
La votación de 2013 parece la oportunidad propicia para que jugadores con méritos no tan altos como los de Roger Clemens, Barry Bonds y Sammy Sosa, aprovechen para ser elegidos al Salón de la Fama.
Además de Jack Morris, Lee Smith y Jeff Bagwel, que quedaron de este año, aparecerán en las papeletas por primera vez Curt Schilling o Craig Biggio.
Biggio fue, junto con Bagwel, uno de los líderes de los Astros de Houston. Es uno de los 28 jugadores que ha bateado más de 3.000 imparables. Fue seleccionado 7 veces al Juego de Estrellas. Ganó 4 Guante de Oro y 5 Bate de Plata, en 20 temporadas de carrera. Schilling logró 216 victorias y 3.116 ponches (15º de todos los tiempos).
Nunca ganó el Cy Young ni fue Más Valioso. Consiguió algo que no le fue posible a muchos peloteros: 3 anillos de Serie Mundial.
En la de 2001, con los Cascabeles de Arizona, compartió el trofeo del más destacado con Randy Johnson. En 2004, con una severa lesión en el tobillo, lanzó en la Serie de Campeonato y la Serie Mundial, contra Yanquis de Nueva York y Cardenales de San Luis.
Contra los neoyorquinos completo 7 entradas, en las que le anotaron 1 carrera, a pesar que su media blanca terminó manchada de sangre. Esa escena es una las más impactantes del deporte y fue inmortalizada en el cine en la película Fever pitch (Amor en juego).
En 2007, con menos sufrimiento, estuvo en la barrida de Boston contra los Rockies de Colorado. Logró la victoria por su desempeño de 5.1 innings, en los que permitió 1 carrera y ponchó a 4.

Tres equipos aspiran a terminar una larga sequía de títulos en la LVBP

Navegantes del Magallanes, Águilas del Zulia y Tiburones de La Guaira tienen más de una década esperando por ganar el título en la liga de béisbol profesional y aspiran a que la racha concluya esta temporada.
La Guaira no ha avanzado a la final desde de 1987. El 24 de enero de ese año Urbano Lugo, hijo, les propinó un juego sin hits ni carreras, que significó la cuarta victoria y el título para los Leones del Caracas.
Tiburones consiguió su séptimo campeonato en 1986, al derrotar en siete encuentros al Caracas.
Este año quedó de primero en la ronda eliminatoria con 37 victorias y 26 derrotas. Fue líder en promedio de bateo colectivo, con .281, y en impulsadas, con 306.
El equipo reforzó su ofensiva, en la que se destacan Alex Cabrera, Grégor Blanco, Héctor Sánchez, Oscar Salazar y César Suárez, con Luis Jiménez.
Su pitcheo, que tuvo la peor efectividad de la liga, podría experimentar una mejoría con la incorporación de José Jiménez, Armando Galarraga y Bryan Sweeney para el round robin.

Buscan el rumbo
Entre 1990 y 2000, Navegantes del Magallanes, Cardenales de Lara y Águilas del Zulia ganaron tres títulos cada uno.
Desde que Magallanes derrotó a Leones del Caracas en la final de la temporada 1996-1997, el equipo valenciano sólo ha ganado un campeonato.
Fue en la campaña 2001-2002. Con Phil Regan como manager derrotó 4-1 a Tigres de Aragua.
El jardinero Robert Pérez, que fue tomado como refuerzo, fue distinguido como el Más Valioso de la serie, al batear .348.
Esta temporada Magallanes, que fue segundo en la ronda regular, tomó en el draft de sustituciones para el round robin a Matt Klinker, Orber Moreno, Henry Blanco y Luis Ramírez.

12 años de espera
En el 2000 las Águilas del Zulia alcanzaron su quinto y hasta ahora último título. Jesús González y el colombiano Jolbert Cabrera, que fue el mejor de la serie, llevaron al equipo a derrotar 4-1 a Magallanes.
Cabrera, que entonces era grandeliga de los Indios de Cleveland, bateó para .381 en la final. El relevista Blas Cedeño consiguió dos victorias y José Solarte se apuntó un par de salvados.
Para volver a ganar Zulia cuenta con que los refuerzos Alcides Escobar y Hernán Iribarren aporten los batazos que el club no dio en la temporada regular. Terminó con promedio de .258.
El mejor pitcheo de la liga, que fue el de las Águilas con 3,51 de efectividad, tendrá en el round robin como refuerzo al relevista Miguel Socolovich y al abridor dominicano Adalberto Méndez.