lunes, 23 de marzo de 2009

Pelota inteligente

El manager venezolano Oswaldo Guillén definía hace cuatro años como pelota inteligente el estilo de juego con el que los Medias Blancas de Chicago ganaron la Serie Mundial.
Recordé las palabras de Guillén mientras veía el partido entre Japón y Corea del Sur, la final del Clásico Mundial de Beisbol.

Pitcheo efectivo, bateo oportuno, buena defensa e inteligente corrido de las bases, son los factores que tienen a dos de los cuatro representantes de Asía en la final del torneo.

El sábado, Venezuela estableció el récord de más errores (5) en un partido del Clásico. Corea anotó siete carreras en los dos primeros episodios para sepultar las aspiraciones de la Vinotinto del beisbol.

Al día siguiente, los tres errores de la defensiva de los Estados Unidos le permitieron a Japón anotar cuatro de las nueve carreras, con las que se impuso 9-4.

El estilo de juego de los asiáticos superó al de los inventores del beisbol, y al del país, que junto con República Dominicana, es el que más peloteros ha aportado a las grandes ligas.

La cara de Carlos Silva cuando le conectaron el primero de los jonrones del inning inicial o la de Bob Abreu cuando dejó caer un fly, que un alto porcentaje de jardineros de los Criollitos hubiera agarrado, pasarán a la historia del Clásico.

Es arriesgado decir que los asiáticos superaron a Venezuela, Dominicana, Puerto Rico y Estados Unidos como máximos representantes del beisbol, pero las distancias se han ido acortando con el pasar del tiempo.

Esos detalles pasan por debajo de la mesa porque los equipos saben que Albert Pujols o Miguel Cabrera son capaces de dar un jonrón para darle la vuelta al partido. Pero ahora, más que nunca, son determinantes en el resultado.

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