El blanqueo 2-0 que Venezuela le propinó a Puerto Rico, en el partido del Grupo 2 de la segunda ronda del Clásico Mundial de Beisbol, le permitió al equipo que dirige Luis Sojo llegar al lugar en el que mereció estar hace tres años: luchando contra los mejores del mundo por el pase a la final.
La victoria, sumada a la conseguida el sábado ante Holanda, clasificó a la Vinotinto del beisbol a las semifinales del torneo, que se jugarán en Los Ángeles.
Marco Scutaro ha estado en dos de los momentos deportivos que más me han emocionado en los últimos años. En 2006, cuando realizó junto con el "Beto" Méndez el último out de la final en la que el Caracas obtuvo su 16º campeonato, y ayer.
Tomó el rolling que bateó Jesús Feliciano, ante una recta de 92 millas de Francisco Rodríguez, para con un tiro al mascotín de Miguel Cabrera, concretar la victoria venezolana.
El que se hayan ganado los dos partidos primeros partidos de la ronda de Miami con apenas 5 carreras es preocupante. El equipo ligó para .183 (de 26-3 y de 34-8 ante Holanda y Puerto Rico).
En el torneo, el pitcheo ha mostrado dos caras. La de los abridores, que exhiben una efectividad de 1,55, y la del relevo, que exceptuando ese par de "mantequillas", llamados Holanda e Italia, le anotan 9,50 rayitas por cada 9 entradas.
El próximo rival será Corea del Sur, Cuba o Japón. Una derrota no debería ser calificada como una tragedia nacional, ni mucho menos. Es un resultado posible, aún más cuando los rivales pertenecen a la élite del deporte.
Ojala Venezuela gane el título del Clásico, para que de una vez por todas el beisbol de este país deje de vivir del recuerdo de los "héroes del 41".
Espero no se me mal interprete, el campeonato conseguido en ese entonces tuvo una gran importancia en ese momento. Pero un país que ha hecho debutar a más de 233 peloteros en las grandes ligas merece tener en su palmarés un título acontecido, por lo menos, en la época de la televisión a color.
La victoria, sumada a la conseguida el sábado ante Holanda, clasificó a la Vinotinto del beisbol a las semifinales del torneo, que se jugarán en Los Ángeles.
Marco Scutaro ha estado en dos de los momentos deportivos que más me han emocionado en los últimos años. En 2006, cuando realizó junto con el "Beto" Méndez el último out de la final en la que el Caracas obtuvo su 16º campeonato, y ayer.
Tomó el rolling que bateó Jesús Feliciano, ante una recta de 92 millas de Francisco Rodríguez, para con un tiro al mascotín de Miguel Cabrera, concretar la victoria venezolana.
El que se hayan ganado los dos partidos primeros partidos de la ronda de Miami con apenas 5 carreras es preocupante. El equipo ligó para .183 (de 26-3 y de 34-8 ante Holanda y Puerto Rico).
En el torneo, el pitcheo ha mostrado dos caras. La de los abridores, que exhiben una efectividad de 1,55, y la del relevo, que exceptuando ese par de "mantequillas", llamados Holanda e Italia, le anotan 9,50 rayitas por cada 9 entradas.
El próximo rival será Corea del Sur, Cuba o Japón. Una derrota no debería ser calificada como una tragedia nacional, ni mucho menos. Es un resultado posible, aún más cuando los rivales pertenecen a la élite del deporte.
Ojala Venezuela gane el título del Clásico, para que de una vez por todas el beisbol de este país deje de vivir del recuerdo de los "héroes del 41".
Espero no se me mal interprete, el campeonato conseguido en ese entonces tuvo una gran importancia en ese momento. Pero un país que ha hecho debutar a más de 233 peloteros en las grandes ligas merece tener en su palmarés un título acontecido, por lo menos, en la época de la televisión a color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario