Los indicadores económicos
señalan que Chile es uno de los países de mayor crecimiento en América Latina
en el último lustro. La colonia de venezolanos, y ciudadanos de otras naciones,
que ha ido a probar suerte al país más angosto y más largo del mundo ha
aumentado vertiginosamente.
Uno de los venezolanos que fue a
trabajar a Chile fue el futbolista venezolano Emilio Rentería. En su profesión,
jugar en la liga local es evolucionar, por lo que salir al extranjero le
permite crecer y ganar en moneda extranjera, lo que es el sueño de la mayoría
de los nacidos en nuestro país.
En las últimas semanas Rentería
ha sido noticia. No sólo por sus goles con el San Marcos de Arica, sino porque
ha sido víctima de insultos racistas en los estadios chilenos.
Hace dos semanas fue agredido por
los fanáticos del O’Higgins. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional
chilena no impuso sanciones y el delantero de la Vinotinto fue invitado al
Palacio de La Moneda (sede del Poder Ejecutivo), donde el ministro portavoz del
Gobierno, Álvaro Elizalde y la ministra del Deporte, Natalia Riffo, se
solidarizaron con él e hicieron un llamado público a la tolerancia y la
integración.
Ese parapeto gubernamental no fue
suficiente. Ayer, en el encuentro contra el Deportes Iquique, el árbitro Julio
Bascuñán tuvo que detener el partido. Los seguidores del equipo visitante comenzaron
a hacer sonidos alusivos a los monos,
después de que Rentería puso a ganar a los suyos.
El periódico El Mercurio relata que Rentería, quien es oriundo del Barrio Nuevo
Horizonte, en Catia, al oeste de Caracas, “se retiró llorando a los vestuarios”.
Sólo queda esperar si la Asociación
Nacional de Fútbol Profesional tomará medidas drásticas para sancionar al Deportes
Iquique y advierte a los demás equipos de que serán sancionados si algo similar
ocurre. Darle por perdido el partido, restarle puntos o hacer que continúe el juego
sin espectadores sería burlarse de un extranjero que fue con esfuerzo a
trabajar y que no es aceptado por su color de piel.
“Por lo de hoy en el fútbol
chileno contra Emilio Rentería (excelente profesional y mejor persona) deberían
quitarle la sede de la Copa América”, escribió en Twitter Eduardo Saragó,
director técnico del Caracas F.C.
Es poco probable que la propuesta
del entrenador sea escuchada, pero sí debería llegar el caso a la Conmebol. De
seguir ocurriendo, estarían expulsando de Chile a Rentería. Creo que nadie
podría trabajar en esas condiciones, aunque su oficio sea el fútbol.
Haga lo que haga la federación
chilena, la Conmebol debería pronunciarse y abrir un expediente a la federación
chilena y por lo menos advertirle que de repetirse esos incidentes le
descontarán puntos a la selección de ese país en la Copa América o el siguiente
Premundial.
La evolución económica de Chile parece que no se dio en el ámbito social, de crecimiento de consciencia de sus ciudadanos. Es comprensible silbar a un jugador por su bajo rendimiento, pero este no es el caso.
A los inadaptados creyentes en doctrinas discriminatorias que caducaron en América hace más de medio siglo y que se esfuerzan en denigrar a Emilio Rentería por su color de piel, disculpen.
A los inadaptados creyentes en doctrinas discriminatorias que caducaron en América hace más de medio siglo y que se esfuerzan en denigrar a Emilio Rentería por su color de piel, disculpen.
Es que a veces es difícil entender que les ruborice ver a un negrito (en Venezuela es un
término afectuoso y de uso común) jugar y hacer goles en un equipo anónimo de
una liga de segundo orden en el continente.