Jump cambió el canto y la fama por el baloncesto y la famiia

Foto cortesía de John González

Jump Guerrero, o simplemente Jump, fue la sensación de la música en Venezuela en el inicio de la década anterior.

“Booomba, sensual un movimiento sensual, sensual un movimiento muy sexy”. Así decía la letra del tema con el que el cantante venezolano, ex integrante del grupo Hijos de la calle, saltó a la fama.

A más de 10 años de haber dejado la música para llevar una vida normal, como asegura que le gusta, Jump estuvo hace unos días disfrutando a pocos minutos de su casa en Guarenas (Miranda) de otra de sus pasiones: el baloncesto.

“Mi vida siempre ha sido el baloncesto y lo he jugado desde niño. La música me llegó de suerte. Dios te da unas cosas y te quita otras, pero el baloncesto es lo que realmente siempre he hecho”, dijo.

Con sus amigos se inscribió en la segunda válida del Campeonato Nacional Basket 3 pa 3. Su equipo, al que llamaron Spurs, no avanzó a los cuartos de final a pesar de haber logrado dos triunfos en tres partidos.

Jump, que llegó a darse el lujo de cantar ‘Parampampam’ a dúo con Oscar D’León en su álbum, demostró que tiene condiciones. No le tuvo miedo a penetrar y hacer varios lanzamientos en bandeja para anotar.

A los 38 años de edad ya su cabeza luce algunas canas. Esa imagen dista del muchacho que se teñía el cabello de amarillo cuando cantaba.

Jump agradece lo que aprendió en el mundo artístico, pero no se arrepiente de haberlo dejado.

“Pasé gratos y lindos momentos en la música, pero decidí dejarla porque me dio muchas cosas, pero me quito otras como ver crecer a mis hijos y me hacía pasar mucho tiempo fuera de casa. Esa es una de las cosas que se debe pagar y no estaba dispuesto a hacerlo”, recuerda.

Actualmente trabaja en Decocar, una empresa de conservadores isotérmicos, que afirma es la única de ese tipo en el país.

Valora que estar fuera del mundo de las cámaras y las tarimas le permite compartir con sus hijos: los varones de 16 y 12 años de edad y la niña que el próximo mes cumplirá 7.

“No preguntan de eso. Ellos les preguntan a otras personas, a mí no me mucho. Cuando tengo la oportunidad de impartirles algún conocimiento que me haya dejado la música lo hago, pero ellos no tienen la necesidad de que les cuente ese pasado”, confiesa Jump.

Asegura que la fama le quitó la oportunidad de compartir con los amigos y salir a la calle sin que algún fan se le acercara a pedirle un autógrafo o tomarse una foto.

Foto cortesía de John González

Aunque asegura que llevar una vida más tranquila fue lo que lo llevó a retirarse del canto, Jump tiene algo de resentimiento y rabia hacia algunas de las personas que conoció en el mundo artístico.

“Es un mundo en el que te ofrecen villas y castillos y te das cuenta que no es verdad. Esos castillos que te quieren dar son de arena y en cualquier momento se caen. No quería seguir viendo eso y por eso antes que el castillo se cayera, decidí yo salirme del castillo”, reflexionó antes de ir a prepararse para el que iba a ser su última partido en la cancha del Bloque 16 de la Urbanización 27 de febrero.