jueves, 19 de noviembre de 2009

El cubano Orlando Hernández es el refuerzo yanqui de los Bravos

A los 44 años de edad y luego de 9 temporadas en las grandes ligas, el cubano Orlando Hernández quiere demostrar que todavia puede sacar outs.
"El Duque", apodado así cuando se convirtió en estrella en su país con Industriales de La Habana, eligió a los Bravos de Margarita para continuar su carrera.
Negó que tenga ofertas de clubes de las ligas mayores, y que su objetivo es jugar con Bravos para prepararse para el futuro.
"Me siento bien. La velocidad está bien, estoy tirando todos los pitcheos. No me ha dolido nada, pero un poquito cansado porque tenía más de un año que no lanzaba dos veces seguidas más de 50 envíos", declaró.
El viernes 13 tuvo su primera apertura contra los Leones del Caracas. En cinco entradas ponchó a ocho y le anotaron una carrera.
El miércoles fue bateado por Cardenales de Lara. En cinco innings le pisaron el home cinco veces.
Considera que la liga está pareja, que la está disfrutando y que fue una buena decisión firmar con Bravos.

Sin presión
El compromiso de jugar en una de las ligas más exigentes del Caribe no afecta a Hernández. "Presión sentí cuando salí de mi país en una balsa", indicó.
Lamentó que muchos de sus compatriotas no hayan tenido la oportunidad de jugar en las grandes ligas como lo hizo él.
En 1996 desertó de Cuba, para luego jugar con los Yanquis de Nueva York entre 1998 y 2004.
Su mejor temporada con los Mulos del Bronx la tuvo en 1999. Terminó con 17 victorias y 9 derrotas, con 4,12 de efectividad.
Como grandeliga, con Yanquis, Mets, Arizona y Medias Blancas, ganó 90 y perdió 65.
Sus actuaciones más destacadas las tuvo en la postemporada, donde dejó marca de 9-3.
El movimiento de levantar la pierna más arriba de lo habitual al terminar sus movimientos en la lomita, es una de las características que lo distingue.
"Lo fui perfeccionando con el tiempo. Con las operaciones he tenido que variar la velocidad del pie hacia arriba".

Con venezolanos
"El Duque" es el cubano con más anillos de Serie Mundial. Compartió en los Yanquis con Luis Sojo, quien tiene el mismo honor entre los venezolanos, pero con un título más.
Almorzaron antes del partido del miércoles en Barquisimeto. "Siempre fuimos buenos amigos en Nueva York, estuvimos recordando esos buenos momentos".
En 2005, dirigido por Oswaldo Guillén, logró el campeonato con los Medias Blancas. "Buen manager y loco. Te da la confianza para jugar y sabe lo que está haciendo", destacó.

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