lunes, 29 de abril de 2013

El objetivo de Tumbarrancho es llevar la realidad al teatro


“Nos pasaba que cuando íbamos al teatro veíamos obras que no hablaban de nuestra generación o de lo que a nosotros nos sucedía”, recuerda Karin Valecillos, escritora de Tumbarrancho Teatro.
La agrupación comenzó en 2007. Sus integrantes se formaron en el Grupo Actoral 80 o en la Escuela Sujo.
Han superado el desafío que representa hacer teatro en Venezuela. Les toca autofinanciarse. “El teatro es la cenicienta de la cultura”, se lamentó Patrizia Fusco, una de las actrices.
Tumbarrancho Teatro lleva al teatro temas polémicos, pero que consideran que son parte de la idiosincrasia de la generación actual de venezolanos. Valecillos considera que era una necesidad. “Cuando nos tocaba buscar obras de teatro que quisiéramos montar, los personajes no tenían nuestra edad o nuestras inquietudes”, dijo.
Las primeras presentaciones fueron un par de fines de semanas en el teatro Rajatabla, con Lo que Kurt Kobain se llevó. El director Jesús Carreño cree que esa es una generación que se fue quedando en el olvido.
“Decidimos involucrarnos con la realidad de nuestro país y con temas que no eran tan comerciales, pero que a nosotros nos interesaba indagar. El segundo montaje fue ‘Cuentos de guerra para dormir en paz’, que son cuatro historias de distintas guerras, aunque muy en el fondo siempre estaban hablando de Venezuela”, asegura Valecillos.
La dramaturga asegura que la idea era volver al imaginario venezolano, a lo que nos angustia política y socialmente. En su opinión, el país está muy ausente de eso.
Después de lo que Lo que Kurt Kobain se llevó y Cuentos de guerra para dormir en paz, Tumbarrancho Teatro llevó a las tablas dos piezas más, ambas de Karin Valecillo, Los sobrevivientes y Vino la reina.

También tiene comedia
Giovanny García, que es uno de los actores de Tumbarrancho, destaca que por ser temas actuales, el elenco y el público se siente identificado con los textos. Aunque buscan lograr que la gente reflexione y salga de sala pensando ‘cómo puedo ser parte de la solución’, sus obras no 100% trágicas.
Los sobrevivientes trata sobre la Masacre de El Amparo, que fue el asesinato de 14 pescadores venezolanos en Apure,  en 1988. Se les acusaba de ser guerrilleros colombianos que preparaban un movimiento subversivo contra el presidente Jaime Lusinchi.
Los sobrevivientes tiene una carga de comedia, sólo que tiene una tragedia al lado. Así es el venezolano, ahora puedo estar llorando, pero dentro de diez minutos puedo estar riendo en otro lugar. No permitimos emocionalmente afectarnos tantos”, reflexiona García.

La historia es cíclica
La guionista de Tumbarrancho Karin Valecillos, que estudió guión de cine en Argentina, considera que la historia de Venezuela es cíclica, porque no aprendemos de nuestros errores.
Vino la reina trata sobre la muerte del expresidente Rómula Betancourt en 1981. Se decreta duelo nacional y se suspenden los conciertos de la banda británica Queen en Venezuela.
Les tocó representarla poco después de la muerte del presidente Hugo Chávez. “Un amigo nos dijo ‘somos idénticos, no cambiamos como país”, indicó.

El Amparo al cine
La autora de Los sobrevivientes siempre creyó que su texto tenía potencial para ser una película.
Este año, cuando se conmemoran 25 años de la tragedia, de la que quedaron dos sobrevivientes, comienza el rodaje en El Amparo.
Han viajado en dos ocasiones a la población ubicada en el estado Apure. Cuentan con el apoyo de los habitantes de la zona y de uno de los involucrados en el hecho Wolmer Pinilla.
“Desde la perspectiva humana contar como dos pescadores deciden que quieren hacer justicia. 25 años después le preguntas a Volmer Pinilla de si tiene sentido, él dice que va a morir por la verdad”, dijo Valecillos.
Se aliaron con la productora Películas prescindibles, para poder optar al financiamiento de algunos organismos públicos.
La violencia es real
El próximo proyecto teatral de Tumbarrancho es Jazmines en el Lídice. Se estrena el 13 de julio en el Teatro Trasnocho, en Las Mercedes.
Trata sobre el testimonio de cinco madres, cuyos hijos murieron por causas violentas.
“Es un tema delicado por todo lo que implica, pero sentimos que alguien lo tiene que decir. Necesitamos decirlo en este momento. Las cifras de los fines de semana es algo que no podemos obviar ni dejar de lado. Las personas que matan, independientemente de si eran buenas o malas, son gente que tenía aspiraciones, sueños, familia. Se van, pero queda la familia”, dijo Karin Valecillos, autora de la obra.
Se unieron con la organización Esperanza Venezuela para lograr los testimonios, que contarán las actrices Gladys Prince, Roxana Hernández, Patrizia Fusco, Samantha Castillo y Tatiana Mabo.

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