domingo, 23 de noviembre de 2014

Rentería deja al descubierto el "crecimiento" chileno


Los indicadores económicos señalan que Chile es uno de los países de mayor crecimiento en América Latina en el último lustro. La colonia de venezolanos, y ciudadanos de otras naciones, que ha ido a probar suerte al país más angosto y más largo del mundo ha aumentado vertiginosamente.
Uno de los venezolanos que fue a trabajar a Chile fue el futbolista venezolano Emilio Rentería. En su profesión, jugar en la liga local es evolucionar, por lo que salir al extranjero le permite crecer y ganar en moneda extranjera, lo que es el sueño de la mayoría de los nacidos en nuestro país.
En las últimas semanas Rentería ha sido noticia. No sólo por sus goles con el San Marcos de Arica, sino porque ha sido víctima de insultos racistas en los estadios chilenos.
Hace dos semanas fue agredido por los fanáticos del O’Higgins. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional chilena no impuso sanciones y el delantero de la Vinotinto fue invitado al Palacio de La Moneda (sede del Poder Ejecutivo), donde el ministro portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde y la ministra del Deporte, Natalia Riffo, se solidarizaron con él e hicieron un llamado público a la tolerancia y la integración.
Ese parapeto gubernamental no fue suficiente. Ayer, en el encuentro contra el Deportes Iquique, el árbitro Julio Bascuñán tuvo que detener el partido. Los seguidores del equipo visitante comenzaron a hacer sonidos  alusivos a los monos, después de que Rentería puso a ganar a los suyos.
El periódico El Mercurio relata que Rentería, quien es oriundo del Barrio Nuevo Horizonte, en Catia, al oeste de Caracas, “se retiró llorando a los vestuarios”.
Sólo queda esperar si la Asociación Nacional de Fútbol Profesional tomará medidas drásticas para sancionar al Deportes Iquique y advierte a los demás equipos de que serán sancionados si algo similar ocurre. Darle por perdido el partido, restarle puntos o hacer que continúe el juego sin espectadores sería burlarse de un extranjero que fue con esfuerzo a trabajar y que no es aceptado por su color de piel.
“Por lo de hoy en el fútbol chileno contra Emilio Rentería (excelente profesional y mejor persona) deberían quitarle la sede de la Copa América”, escribió en Twitter Eduardo Saragó, director técnico del Caracas F.C.
Es poco probable que la propuesta del entrenador sea escuchada, pero sí debería llegar el caso a la Conmebol. De seguir ocurriendo, estarían expulsando de Chile a Rentería. Creo que nadie podría trabajar en esas condiciones, aunque su oficio sea el fútbol.
Haga lo que haga la federación chilena, la Conmebol debería pronunciarse y abrir un expediente a la federación chilena y por lo menos advertirle que de repetirse esos incidentes le descontarán puntos a la selección de ese país en la Copa América o el siguiente Premundial.
La evolución económica de Chile parece que no se dio en el ámbito social, de crecimiento de consciencia de sus ciudadanos. Es comprensible silbar a un jugador por su bajo rendimiento, pero este no es el caso. 
A los inadaptados creyentes en doctrinas discriminatorias que caducaron en América hace más de medio siglo y que se esfuerzan en denigrar a Emilio Rentería por su color de piel, disculpen. 
Es que a veces es difícil entender que les ruborice ver a un negrito (en Venezuela es un término afectuoso y de uso común) jugar y hacer goles en un equipo anónimo de una liga de segundo orden en el continente.

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