Wilson Ramos, Robison Chirinos, Carlos Monasterio, Maximiliano Ramírez y Antonio Álvarez son algunos de los principales aspirantes a los premios de la temporada 2009-2010 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Ramírez fue segundo en jonrones de la liga con 13 y remolcó a 36 compañeros, cifras topes en los Tiburones de La Guaira, que por tercera ocasión seguida clasificaron para la postemporada.
Uno de sus contrincantes por el título de Más Valioso será Robison Chirinos. El receptor de los Navegantes bateó para .366, con 10 jonrones y 34 empujadas.
Wilson Ramos, de los Tigres, quedó entre los líderes en las principales categorías ofensivas. Su candidatura se debilita por haber quedado eliminado su club.
En la lista está tambien René Reyes, que con Bravos impulsó 40 rayitas y pisó el home 46 veces, segundo en la liga.
El galardón Regreso del Año debería ir a las manos de Antonio Álvarez. No jugaba desde el 9 de diciembre de 2006. Con Caribes sonó 10 cuadrangulares y ligó para .305.
Tom Evans y Robert Pérez, ambos de Cardenales, son sus rivales. Los premios al novato más destacado y al Más Valioso podrían recaer en Ernesto Mejía. El pelotero fue el máximo jonronero con 14 y se encargó de dar los batazos en el Zulia hasta que se incorporaron los grandeligas.
Ricardo Palma fue Pitcher del Año con Pastora de Los Llanos en la campaña 2004-2005. Carlos Monasterio podría ser el primero en hacerlo desde que el equipo se llama Bravos de Margarita. Fue líder en ganados con siete, aunque puede quitarle méritos que su efectividad fue 4,21. El líder en ese renglón fue su compañero de equipo Alberto Bastardo.
Los magallaneros José Sánchez y Jean Machí colíder en salvados con 16 serán sus adversarios. Sánchez fue el abridor más confiable del manager Carlos García. Ganó cuatro y no perdió, con un promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve entradas de 3,24.
Cuestión de estrategia
El Manager del Año debería definirse entre Carlos Subero (Tiburones), Luis Dorante (Bravos) y Eduardo Pérez (Águilas). Dorante regresó de dirigir en República Dominicana para hacer que los Bravos pasaran de ser el peor equipo de la liga a terminar en la cuarta posición con más juegos ganados que perdidos.
Subero logró que La Guaira superara todos los problemas que tuvo su cuerpo de lanzadores al inicio de la campaña y que con una fuerte ofensiva clasificara para la postemporada. Quedó en la clasificación detrás de Navegantes y Leones.
Pérez mantuvo a las Águilas en los primeros puestos hasta mediados de diciembre, cuando el equipo tuvo dos semanas con más derrotas que victorias y puso en peligro su pase al round robin. Al final clasificaron al vencer por 3-2 en un juego extra a los Cardenales de Lara.
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