La única importancia del partido de ayer entre los Marlins de Florida y los Gigantes de San Francisco, es que el abridor de los peces era el venezolano Aníbal Sánchez.
El punto más alto en la carrera del pitcher de 26 años de edad fue el juego sin hit ni carreras que lanzó el 6 de septiembre de 2006 contra los Cascabeles de Arizona. Desde entonces, las lesiones han mermado su desempeño.
Ayer, antes de subirse en la lomita del AT & T Park, exhibía en su currículo 25 victorias y 23 reveses, con efectividad de 3,78, en 69 partidos.
Pero lo que parecía ser una apertura más, estuvo cerca de entrar a los libros de récords del beisbol.
Sánchez se llevó la victoria (octava de la temporada). Ponchó a 8 bateadores de los Gigantes y dio 1 boleto.
Rozó el juego sin hit ni carreras. El único indiscutible se lo conectó su compatriota, y compañero de equipo con los Navegantes del Magallanes, Pablo Sandoval. Fue un hit al jardín central en el quinto inning.
De haber dominado a Sandoval, Sánchez hubiera completado el segundo no hit no run de su carrera: hazaña sin precedentes para un lanzador latinoamericano.
Al no poder completar esa gesta, el encuentro de Sánchez quedará como un blanqueo. El primero que logra desde que se convirtió en el primer derecho venezolano en completar nueve entradas sin que los rivales le conectaran incogibles ni le pisaran el home.
Para el libro de acnédotas de Sánchez el partido será histórico, pero para el resto del mundo el lamento de "casi lo logra" se repetirá durante unos días, y luego será como el juego perfecto que el umpire Jim Joyce le arrebató a Armando Galarraga, una historia que será recordada de vez en cuando.
Los únicos que pasan a la historia son los que completan las hazañas. La diferencia entre ganar la guerra, y casi ganarla es mucha.
Un ejemplo de la afirmación "muchas personas olvidan el nombre de los ganadores", con la que comienza el artículo es ¿Quiénes son José Jiménez, Francisco Córdova y Ramón Martínez?
Son lanzadores latinoamericanos que lanzaron un juego sin hit ni carreras, pero por el hecho de no ser tan "mediáticos", hace que no sean recordados como Fernando Valenzuela, Wilson Álvarez o Juan Marichal, quienes también completaron un juego de similares características.
Para distinguirse del resto, al venezolano Sánchez le toca seguir participando en un juego de azar, en el que el talento no lo es todo. Sino que lo diga Armando Galarraga.
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