viernes, 4 de junio de 2010

¡Luces, cámaras y out!

El escándalo que provocó el error arbitral que evitó que el Armando Galarraga se convirtiera en el 21º lanzador en lanzar un juego perfecto, provocó el reinicio de las discusiones sobre la implementación de las repeticiones instantáneas en las grandes ligas.
El umpire de primera base Jim Joyce estaba 100 % seguro que Jason Donald piso la base antes que Galarraga, en el noveno inning del partido entre Tigres e Indios.
Luego de ver la repetición, Joyce -que en su currículo de 22 temporadas tiene 11 playoffs y dos series mundiales- se dio cuenta que se había equivocado.
Aunque le pidió disculpas a Galarraga, sirvió de poco porque el batazo se anotó como infieldhit.
Ayer se sugirió la posibilidad de anotarle a Galarraga el juego perfecto con un asterisco, que indicara que Joyce erró en esa decisión.
Sería injusto. Para favorecer la hazaña del pitcher venezolano se estaría perjudicando a Donald.
Por qué quitarle el hit. El árbitro cantó "safe". Él no es culpable del desacierto.
El factor humano ha influido en decisiones de bolas y strikes, quieto u out; pero no de una forma tan determinante.
Las posibilidades que Galarraga repita esa actuación son escasas. Ningún lanzador logró dos juegos perfectos en su carrera.
En todas las ligas deportivas profesionales de los Estados Unidos (NBA, NFL y NHL) se apoyan en las imágenes de la TV para tomar decisiones en jugadas dudosas.
Los opositores a que se implemente esa ayuda tecnológica en el beisbol, dicen que está en contra la esencia del juego.
En contra de la esencia del juego está el poder que tiene un hombre de deformar la historia.
El comisionado de las ligas mayores, Bud Selig, dijo que la decisión no será revertida. Agregó que estudiarán ayudarse con la repetición instantánea en otras jugadas, además de los casos de los cuadrangulares.
El fallo de Joyce en el juego perfecto de 28 outs de Galarraga debería impulsar a MLB a autorizar que se pueda ver el replay, cuando la jugada sea dudosa.
Tomará tiempo determinar la periodicidad con la que los equipos puedan exigir que se utilice ese recurso, y si estará permitido apelar.
Lo que es seguro, es que el beisbol se convertirá en un juego más transparente, en el que se minimizará el riesgo que alguien pueda borrar el nombre de un pelotero de los libros de récords en menos de un segundo.

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