La clasificación al Mundial sorprendió, la primera victoria cerró la boca de los profetas del desastre, la predecible goleada contra Tahití despertó la ilusión. Pero las derrotas contra España y Emiratos Árabes, acompañadas por un "te lo dije" molestan más de cuenta, porque por lo menos la mitad del país visualizaba a la selección Sub 20 jugando contra Brasil en semifinales, luego de vencer al campeón asiático y Costa Rica.
Haber clasificado a octavos de final sobrepasa -y por bastante- las expectativas, pero ese sabor a poco que dejó el revés es lo que molesta.
Emiratos Árabes es uno de los rivales mas accesibles que pudo tocar en ese formato de clasificación, en el que incluso cuatro terceros lugares tuvieron el chance de avanzar de ronda.
De la caída por 2-1 lo que molesta es la forma en la que se perdió. Emiratos atacaba con poca gente para evitar que Venezuela desempatara el 1-1 y se llevara el triunfo.
Los vinotinto aplicaban un doble discurso. Los jugadores iban por la victoria mientras que el DT Farías esperaba la prórroga que nunca hubo para hacer los cambios.
En peores condiciones físicas que el adversario (por primera vez en el torneo), un jugador venezolano cometió un error digno de cualquier caimanera callejera.
Esa regla no escrita de "el último hombre no dribla", la rompió Carlos Salazar. Perdió la pelota con el rival, cuando quiso alcanzarlo, sólo alcanzó a verle el número que lucía en la espalda.
Ahmed Ali se internó en el área de Romo, que nada pudo hacer cuando el emiratí echo la pelota atrás para que un compañero -en cámara lenta- la empujara al fondo de la red.
Una derrota injusta por lo hecho en la cancha. Pero en el fútbol la justicia no existe, perder por un golazo de 30 metros o un tiro libre bien cobrado, hubiera causa menos molestia que ese gol faltando 7 minutos, provocado por un error propio.
Una forma poco vistosa y elegante de quedar eliminado de un equipo que pasó de ser la sorpresa, a tema de conversación de muchos en el mundo y luego a ser considerado favorito.
Las esperanzas quedan en que el sábado la selección de mayores consiga, en el penúltimo partido de las eliminatorias a Suráfrica 2010, lo que los Sub 20 hicieron en enero: clasificar a un Mundial de Fútbol
Haber clasificado a octavos de final sobrepasa -y por bastante- las expectativas, pero ese sabor a poco que dejó el revés es lo que molesta.
Emiratos Árabes es uno de los rivales mas accesibles que pudo tocar en ese formato de clasificación, en el que incluso cuatro terceros lugares tuvieron el chance de avanzar de ronda.
De la caída por 2-1 lo que molesta es la forma en la que se perdió. Emiratos atacaba con poca gente para evitar que Venezuela desempatara el 1-1 y se llevara el triunfo.
Los vinotinto aplicaban un doble discurso. Los jugadores iban por la victoria mientras que el DT Farías esperaba la prórroga que nunca hubo para hacer los cambios.
En peores condiciones físicas que el adversario (por primera vez en el torneo), un jugador venezolano cometió un error digno de cualquier caimanera callejera.
Esa regla no escrita de "el último hombre no dribla", la rompió Carlos Salazar. Perdió la pelota con el rival, cuando quiso alcanzarlo, sólo alcanzó a verle el número que lucía en la espalda.
Ahmed Ali se internó en el área de Romo, que nada pudo hacer cuando el emiratí echo la pelota atrás para que un compañero -en cámara lenta- la empujara al fondo de la red.
Una derrota injusta por lo hecho en la cancha. Pero en el fútbol la justicia no existe, perder por un golazo de 30 metros o un tiro libre bien cobrado, hubiera causa menos molestia que ese gol faltando 7 minutos, provocado por un error propio.
Una forma poco vistosa y elegante de quedar eliminado de un equipo que pasó de ser la sorpresa, a tema de conversación de muchos en el mundo y luego a ser considerado favorito.
Las esperanzas quedan en que el sábado la selección de mayores consiga, en el penúltimo partido de las eliminatorias a Suráfrica 2010, lo que los Sub 20 hicieron en enero: clasificar a un Mundial de Fútbol
Muy acertado tu comentario compañero, era para mas.
ResponderEliminarSaludos!