Los equipos venezolanos que han asistido a la Serie del Caribe en las últimas 16 ediciones no han logrado conseguir más victorias que derrotas en 14 ocasiones.
Las únicas excepciones fueron Leones del Caracas y Tigres de Aragua, que en 2006 y 2009 ganaron el título con registro de seis triunfos sin reveses y cinco juegos ganados y uno perdido, respectivamente.
En Mayaguez 2011, Caribes de Anzoátegui terminó con 2 victorias y 4 reveses en el último lugar de unas de las peores Serie del Caribe de la historia.
La poca asistencia al estadio Isidoro García, el formato de desempate en caso de que dos equipos estuviesen igualados en el primer lugar y el mal desempeño de los árbitros fueron el blanco de las críticas.
En ese torneo Doble A, con algunos grandeligas de poca relevancia que podía haberse terminado anoche con la coronación de los Yaquis de Obregón, mostró en mayúsculas sus deficiencias cuando Julio Franco, manager de Caribes, se sintió robado por lo único que fue constante en el evento: el pésimo arbitraje.
El estratega dominicano fue expulsado en el octavo inning del juego que perdieron 3-2 con Yaquis, cuando le reclamó al umpire de la segunda base que se había equivocado al sentenciar out a Luis Jiménez.
El slugger zurdó se deslizó y la pelota llegó cuando estaba iniciando sus movimientos para ponerse de pie.
En su protesta, Franco “expulsó” a los árbitros y en primera instancia se negó a salir del dugout. En la entrada anterior, Niuman Romero, también de Caribes, fue retirado del desafío cuando se quejó de que el lanzamiento con el que fue ponchado no pasó por la zona de strike.
Hacía faltar armar un show de esas dimensiones para enviarle un mensaje a los organizadores: la Serie del Caribe ya no es atractiva.
La Confederación del Caribe debe reunirse con sus miembros, acceder a incorporar a nuevos países (Colombia, Nicaragua y Cuba) y negociar con MLB para que extiendan los permisos para jugar en sus respectivos países hasta que sus clubes sean eliminados.
Del Dream Team que armó Puerto Rico en 1995, en el que estaban Juan González, Roberto Alomar, Carlos Baerga, Carlos Delgado, Rubén Sierra y Edgar Martínez, al respetable roster con el que Leones del Caracas triunfó en 2006 (Francisco Rodríguez, Alex González, Geremi González, Alex Cabrera, Marco Scutaro, Ramón Hernández y Henry Blanco), se llegó a equipos con peloteros cerca del retiro o buscando desesperadamente destacar para conseguir contrato de ligas menores o una invitación al campo de entrenamiento de algún club de las mayores.
El precio de las entradas sigue siendo ostentoso. No se puede cobrar lo mismo que hace unos años si el espectáculo no es el mismo.
La Serie del Caribe pasó de ser el premio por una temporada exitosa a un torneo al que los equipos asisten casi por obligación, en el que completan su nómina horas antes de subirse al avión.
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