viernes, 25 de septiembre de 2009

El día que todo cambió

Venezuela comenzó el Mundial Sub 20 con un triunfo por 1-0 sobre Nigeria, campeona Sub 17 hace dos años. Hay detalles que van más allá del partido, pero que terminan influyendo en el resultado.
En la época de las goleadas y las largas rachas de derrotas, a veces Venezuela se ponía adelante en el marcador o lograba empatar encuentros complicados, en los que llevarse un puntico era buen negocio.
Al final siempre pasaba lo mismo, las escuadras nacionales no era capaces de mantener un escore. Terminaban cometiendo errores absurdos, jugando en inferioridad numérica o cediendo ante las mejores condiciones físicas del rival.
Hoy la Vinotinto jugó un magnífico primer tiempo, en el que anotó el gol. En la segunda parte, el tener un jugador más no ayudó a Venezuela, que mantuvo el orden táctico e incluso pudo haber anotado un segundo tanto.
Romo desde la portería le devolvía a sus compañeros la sensación de que todo iba bien. Farías intentó no renunciar al ataque, hasta que faltando 10 minutos armó una línea de cinco defensas con la entrada de Morales.
Cuando el italiano Roberto Rozzetti pitó el final, Venezuela terminó de dar una clase magistral de cómo se debe mantener un resultado. La selección de mayores ya ha dado muestras de tener esa capacidad, pero el que también lo haga la Sub 20, evidencia que es un cambio de mentalidad en las estructuras del balompié nacional.
Estos muchachos alientan las posibilidades de que clasificar a Brasil dentro de cinco años es posible.
Eso que mostraron contra Nigeria se llama madurez psicológica, y no se compra en el abasto. Se gana a medida que logras resultados favorables.
La Sub 20 demostró que eso que se necesita para ganar, además del talento, existe en la mente de los futbolistas venezolanos. Sólo que hace rato a Del Valle, Velásquez, Romo, Peña y compañía, se le ocurrió hacerlo en el debut del país en un torneito llamado Mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario