En 1990, terminó la espera de 28 años de Colombia sin clasificar a la Copa del Mundo.
El guardameta del equipo era René Higuita, al que le gustaba cobrar los penales y los tiros libres.
El 23 de junio de 1990, en los octavos de final, Colombia se enfrentó con Camerún, que avanzó de ronda en el primer lugar del Grupo B.
El encuentro finalizó 0-0, por lo que debió ir a la prórroga. Al minuto 106, Higuita salió hasta cerca de la mitad de la cancha. Le pasó la pelota al defensor Luis Carlos Perea, su compañero en Atlético Nacional, que le devolvió el balón.
El guardameta del equipo era René Higuita, al que le gustaba cobrar los penales y los tiros libres.
El 23 de junio de 1990, en los octavos de final, Colombia se enfrentó con Camerún, que avanzó de ronda en el primer lugar del Grupo B.
El encuentro finalizó 0-0, por lo que debió ir a la prórroga. Al minuto 106, Higuita salió hasta cerca de la mitad de la cancha. Le pasó la pelota al defensor Luis Carlos Perea, su compañero en Atlético Nacional, que le devolvió el balón.
Higuita intentó regatear con un taquito a Roger Milla, que se acercó a la jugada para presionar y generar el error.
Consiguió su cometido. Le quitó la pelota a Higuita. Se escapó a la desguarnecida portería colombiana y anotó el 1-0. Tres minutos después marcó el 2-0.
El 2-1 que logró Bernardo Redín, al minuto 115, no sirvió de mucho. El error de Higuita fue decisivo en la eliminación de Colombia, que terminó de esa forma su mejor participación en la Copa del Mundo.
Haber fallado en la Copa del Mundo no hizo que Higuita cambiara su estilo de juego. En 1995 hizo una parada conocida como “el escorpión”, en la que estando suspendido en el aire despejó la pelota con los talones.
En su carrera anotó 41 goles, la tercera mayor cantidad según la Federación Internacional de la Historia y Estadística del Fútbol.
Consiguió su cometido. Le quitó la pelota a Higuita. Se escapó a la desguarnecida portería colombiana y anotó el 1-0. Tres minutos después marcó el 2-0.
El 2-1 que logró Bernardo Redín, al minuto 115, no sirvió de mucho. El error de Higuita fue decisivo en la eliminación de Colombia, que terminó de esa forma su mejor participación en la Copa del Mundo.
Haber fallado en la Copa del Mundo no hizo que Higuita cambiara su estilo de juego. En 1995 hizo una parada conocida como “el escorpión”, en la que estando suspendido en el aire despejó la pelota con los talones.
En su carrera anotó 41 goles, la tercera mayor cantidad según la Federación Internacional de la Historia y Estadística del Fútbol.
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